¿QUÉ NOS PASA A
LOS EXTREMEÑOS PARA ESTAR DONDE ESTAMOS? [1]
Este
es el título de un interesante libro editado por el Club Senior de Extremadura
en el que un equipo multidisciplinar formado por destacados autores analiza las
posibles causas de la situación actual de Extremadura y apunta algunas
soluciones para mejorar nuestra precaria posición en el ranking español y
europeo.
El
libro se inicia con tres proemios desarrollados por sobresalientes personas de
la vida extremeña. Una presentación de María Ángeles Durán destacada doctora en
Ciencias Políticas con amplio periplo por universidades españolas y
extranjeras; un prólogo de Diego Hidalgo Schnur poseedor de varios másteres y
doctorados, al que se añaden sus trabajos en el Banco Mundial y una
introducción del presidente del Club Senior de Extremadura José Julián Barriga,
notable periodista en diversos medios de comunicación y director general de
Relaciones Informativas en el gobierno de Adolfo Suárez.
Les
recomiendo encarecidamente su lectura. Sacarán conclusiones precisas de las
causas de la situación de postración que sufre nuestra región. Desde la
posición geográfica y de frontera como un limitante para las comunicaciones y
la estabilidad del territorio, la ausencia de burguesía que nos hubiera
permitido participar del desarrollo industrial, al quedar Extremadura en manos
de la nobleza, las órdenes militares, el clero y los latifundistas absentistas,
la fuerte emigración de población extremeña hacia el exterior especialmente a
partir de finales de los 50 del siglo pasado, el despoblamiento y la falta de
actividad económica y de industria son algunos de los factores que explican
nuestra situación.
Pero
dichas las causas yo me pregunto ¿y cómo podemos salir de nuestra penuria?
Voy
a apuntar algunas líneas que a mi juicio pudieran contribuir a que Extremadura
comience a salir de la postración en la que se encuentra. Creo que son
adecuadas todas las que enumero, pero es posible que no estén todas las que
pudieran ser.
Sería
importante aprovechar y explotar nuestros recursos endógenos.
Tenemos
un potencial agrícola y ganadero envidiable. Un clima de bastante potencialidad
agronómica, suelos adecuados y agua regulada en cantidad suficiente para nuestros
regadíos actuales y futuros, nos permiten constituirnos como un foco
agroalimentario de primer nivel español y europeo. Pero es preciso transformar
los productos en Extremadura y comercializarlos desde aquí para retener en la
región el valor añadido. Yo creo que se ha empezado a andar el camino. Ya hay
cooperativas y empresarios agroalimentarios que lo hacen pero hay que insistir
en esa línea. Destaca el bajo nivel de ganado sacrificado en Extremadura cuando
disponemos de censos ganaderos muy importantes. Hay que incrementar
sensiblemente el porcentaje de sacrificio en la región llevando a cabo también
el despiece y la comercialización desde aquí.
Nuestro
patrimonio paisajístico, histórico, monumental, cultural y gastronómico hace
que el turismo pueda ser un segundo pilar para salir de este marasmo. Pero hay
que introducirse en las grandes rutas internacionales. Para ello Portugal y en
particular Lisboa pueden formar parte de esta estrategia. Pero necesitamos
mejores infraestructuras especialmente ferroviarias, el AVE o trenes de alta
velocidad se hacen imprescindibles. Aunque pueda parecer una osadía habría que
intentar un aeropuerto estatal de AENA en la región estratégicamente situado. Y
ese punto óptimo se encuentra entre Cáceres y Mérida. El aeropuerto de Badajoz
es geográficamente excéntrico y se trata de una base militar con las
limitaciones que ello conlleva. Sería lógico comenzar con un aeropuerto modesto
sin un gran coste, susceptible de ampliaciones futuras si todo se desarrolla bien.
Las
energías renovables han de ser otro elemento para favorecer nuestra
industrialización. Somos en la actualidad productores de energía hidroeléctrica
y nuclear muy por encima de nuestro actual consumo. Pero se trata de aumentar
nuestra producción. Tenemos sol, viento y biomasa y hemos de obtener de estos
recursos naturales más energía para venderla aunque no la consumamos.
Hay
que apostar por la industria derivada de las nuevas tecnologías: industrias de
la biotecnología, biosanidad, nanotecnología, informática, comunicación. Si
tenemos infraestructuras de transporte y comunicación adecuadas es probable que
haya empresas que apuesten por nuestra región para su instalación. Para ello la
Universidad y los centros de investigación han de orientar la formación y las
titulaciones en esta dirección.
Hay
que desabrochar el corsé medioambiental que nos agobia. No es de recibo que las
zonas protegidas se conviertan en un obstáculo para el desarrollo. Tienen que
ser una fortaleza más para salir de la crisis. Si no es así hay que abandonar
la política medioambiental seguida hasta ahora. Nos convertiremos en un
desierto poblacional y en un parque natural.
La
administración tiene que disminuir su protagonismo en beneficio de la iniciativa
privada que es la que crea empleo y desarrollo. Y su misión ha de consistir en
facilitar las cosas a los emprendedores y especialmente a los jóvenes para que
se queden aquí.
El
límite de espacio para esta entrada me obliga a detenerme aquí. Por eso les
invito a que adquieran y lean el libro cuyo título encabeza esta entrada.
Encontrarán en él mucha luz para comprender la situación de Extremadura y
posibles salidas para escapar del pozo en el que nos encontramos.
Buenos días:
ResponderEliminarAtendiendo a su recomendación, agradecería por favor, me pudiese informar acerca de donde puedo adquirir un ejemplar u obtener una versión electrónica para su lectura en e-reader.
Saludos.
Lo ha editado Editorial Beturia de Madrid
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